mirada cenital Una ciudad toma el nombre de un río. Sin él, no se hubiera fundado allí. ¿Qué forma tiene el respeto de esa pobla-ción por el cauce que le da sentido? Forma de agua limpia. Hablamos de Santa Cruz do Capibaribe (río de los capiba-ras, en la lengua de los Tupí), estado brasileño de Pernam-buco. Esa muestra de respeto es la EDAR de la imagen, construida por ACCIONA para que la ciudad vierta en el río natural otro río de agua que fue residual y ahora, depurada. 35.560 m3 diarios cubren la necesidad de más de 105.000 personas hoy y casi 200.000 en su máximo alcance pre-visto. La ingeniería imita la naturaleza. Esta infraestructura se integra en un proyecto de saneamiento que recuer-da a una cuenca fluvial: acometidas de la red de colec-tores, kilómetros de canalizaciones, pozos de registro, depósitos, estaciones de bombeo que eliminan los olores mediante carbón activo y la planta depuradora en sí, con un laboratorio de análisis para garantizar que se devuelve respeto en forma de agua sana al río Capibaribe.