rras mundiales, la Guerra Fría… No se trata de minusvalorar lo que ahora sucede, nadie puede descartar una escalada, pero tampoco se puede vivir con el alma y la estrategia de inversión en vilo. “La tensión geopo-lítica es consustancial, siempre ofrece motivos para la preocupación”, explica Mark Giacopazzi, CIO de BESTINVER, la gestora independiente de fondos de inversión integrada en ACCIONA. Todo se repite en la historia y a la vez todo resulta inédito. Hoy, el elemento sin precedentes es, según el directivo, precisamente la for-ma en que percibimos esa tensión. Porque en inversión, y en general en economía, la naturaleza humana es determinante. “A través de smartphones y redes sociales, los horrores de la geopolítica entran en nuestras casas en tiempo real y con toda la crudeza que queramos permitirles, lo que genera un impacto fortísimo en nuestra mente, una sensación de tensión constante”, expli-ca Giacopazzi. Los psicólogos del comportamiento lo denominan “sesgo de disponibilidad”. el tiempo da y quita la razón Una emotividad controlada, el equilibrio realista entre pánico y teme-ridad, la sangre fría de Willian Munny en Sin perdón, son virtudes segu-ras —de las gestoras y de sus clientes— para que el tiempo premie a los inversores en valor. Para ver la oportunidad en la crisis, aguantar posi-ciones y comprar calidad cuando la aprensión colectiva vende. De hecho, los mercados financieros parecen avanzar a contraco- PARA LA INVERSIÓN EN VALor (análisis, diversificación y largo plazo), un momento como el actual puede ser propicio finanzas EL REGRESO DE LA DESTRUCCIÓN CREATIVA EL REGRESO DE LA DESTRUCCIÓN CREATIVA “La normalización de la economía es buena, aunque se geste y desarrolle en un entorno anormal como el presente. Por ejemplo, la subida de tipos ha encare-cido el coste del capital y muchas empresas zombies, que sobrevivían gracias a los tipos cero, están des-apareciendo. Mientras, las empresas fuertes ocupan el espacio competitivo que dejan las quebradas y esto se traduce en más cuota de mercado, más ven-tas, más márgenes y más beneficios. La destrucción creativa, que había desaparecido, ha vuelto, y con ella una regeneración del tejido empresarial que, en algunos sectores, era muy necesaria. Por otro lado, el largo periodo de tipos cero ha servido para que se desarrollen tecnologías que van a seguir cambian-do la forma de hacer negocios y la vida en sociedad. Unas tecnologías asentadas, no van a desaparecer, aunque sigan subiendo los tipos. Así que, en neto, hay fundamentales muy sólidos de cara al futuro”, afirma Mark Giacopazzi.