Literalmente, ninguno, salvo uno de verdad único porque su suela se ha fabricado con materiales reciclados de una pala que, durante 20 años de servicio en el parque eólico de Aibar (Navarra), registró todas esas cifras. Primera misión cumplida. Comienza la segunda. El producto se podría haber lla-mado Pédila, como las sandalias de Hermes, mensajero de los dioses griegos y después entidad protecto-ra del viaje. Pero no hacía falta inspi-rarse en antiguos nombres mitológi-cos. Si son inéditas y eólicas, cómo no va a merecer un nombre propio este par de deportivas: El Ganso x Acciona. energía limpia