Ajustes. La mayor implicación fue para las instalaciones de electricidad y de telecomunicaciones. En proyecto, el rack de telecomunicaciones estaba ubicado en el edificio A, lo que implicó hacer un trazado alternativo de zanjas durante la primera fase para poder ser reubicado temporalmente en el edificio de recepción. También fue necesario calcular la longitud de las dife-rentes líneas para el trazado hasta recepción y para su posterior reubicación. Esto hizo necesaria una arqueta de registro antes de la entrada de las instalaciones al edificio de recepción para dejar recogidas las longitudes de cables sobrantes, pero necesarias para poder trasladar el rack al edificio A en la fase dos. En cambio, para la instalación eléctrica, la arqueta se dejó en frente de la futura fachada sudeste del edificio A. Esta arqueta tuvo que ser de grandes dimensiones para poder contener la longitud de cable necesaria para la futura alimentación del edificio A. Fue importante estimar los metros de cable en las conexiones finales, tanto de electricidad como de tele-comunicaciones, para evitar el empalme de estos, ya que en telecomunicaciones son inviables y en electricidad no son recomendables para estas secciones. Estos ajustes se deshicieron en la fase dos. El de telecomunicaciones no generó imprevistos, son cables frágiles pero pequeños, y se modificó el recorrido sin in-cidentes; en cambio, deshacer el recorrido de los cables eléctricos requirió más esfuerzo por parte del instalador. Implantación de ‘mobile homes’. Con los mobile homes fue necesario coordinar la implantación de las instala-ciones en obra con las acometidas de las instalaciones de estos. Para minimizar errores, los equipos de obra se desplazaron a la fábrica para supervisar la construcción del prototipo y confirmar la ubicación de las acometidas de las diferentes instalaciones. Durante esta primera vi-sita, se propusieron mejoras en diferentes instalaciones. Se realizó una segunda visita cuando ya estaba en producción el lote completo, para supervisar que se estaban implantado las modificaciones. Posteriormente se realizó una visita en obra, con el transportista, para sopesar las posibles dificultades en el momento de su implantación in situ y determinar el orden necesario de montaje. Durante esta visita, se evaluaron las posibles dificultades a superar; sin embargo, siempre puede surgir algún imprevisto. En nuestro caso, fue una rama del pino que hay justo en la entrada del camping, que se tuvo que cortar para poder acceder con el tráiler cargado. Imprevistos y mejoras. Ya se han comentado los impre-vistos generados por la vegetación, el viento y la dosi-ficación del colorante para el hormigón. Pero surgieron más, en la zona de los mobile homes, el pozo y, el más importante, el generado por los bloques de tapia pre-fabricada. Una vez inicias las obras, la propiedad consideró opor-tuno que el director de otro camping renovado recien-temente asistiera a las visitas de obra para explicarnos su experiencia. Siguiendo sus consejos se implantó la instalación de una arqueta de registro individual para las aguas fecales en cada mobile home. En el extremo nordeste de la piscina, pero fuera del ámbito de la misma existe un pozo que el proyecto con-templaba conservar. En el proyecto, el pozo quedaba dentro de una sala con muros de hormigón para la con-tención de tierras en gran parte de su perímetro. Al des-cubrir el pozo y replantear los cimientos de los muros de la sala, se observó que el terreno en esa zona era roca y que excavar en ella cerca del pozo podía generar des-perfectos en el mismo. Por eso, se tuvo que reajustar la cota del pavimento de la sala y cambiar la cimentación de los muros de zapata corrida a losa. Se empezó el edificio F con el excedente de bloques de tapia prefabricada de la prueba piloto, sin comprobar las posibles diferencias con el material nuevo. Los blo-ques nuevos variaban tanto en formato como en textura, por lo que se paró su colocación y se programó una vi-sita en obra del fabricante de los bloques, en la que se acordó retirar la partida y realizar un nuevo suministro. Esto implicó paralizar la construcción del edificio durante un mes, ya que la fábrica estaba en pleno proceso de cambio de moldes y les resultó imposible suministrar el material de forma más inmediata. Los diferentes imprevistos surgidos, sumados a una planificación ajustada, generaron que las nuevas instala-ciones abrieran sus puertas el 22 de julio de 2022, con el edificio F sin terminar y sin el pavimento definitivo de la urbanización de los mobile homes. Segunda fase de obra. Se inició el 26 de septiembre de 2022 con la previsión de terminar el 16 de junio de 2023, abriendo al público el edificio C y la recepción el 23 de junio, y finalizando las tareas en el resto del edi-ficio A el 10 de agosto. Se partió de la premisa de terminar al completo los edificios A y C, dejando en un segundo plano los edifi-cios B y D, que finalmente no se construyeron. Al igual que durante la primera fase, la planificación se iba revisando semanalmente para implantar las medidas correctoras necesarias. Aun así, la suma de imprevistos hizo imposible terminar el conjunto para el día previsto inicialmente. En esta ocasión, el primer contratiempo lo generó el industrial de la carpintería de madera, que, aunque tenía contratado el total del lote, en el inicio de esta fase comentó que, por problemas personales, no tenía capacidad para gestionar todo su lote. La solución pasó por dividir en lote en dos: carpintería exterior por una parte y carpintería interior y mobiliario por otra. Y con la intervención de dos industriales diferentes y la cola-boración entre ellos en momentos puntuales, se pudo ejecutar el lote completo sin dificultad. Coordinación. En esta fase, coordinar la intervención con la apertura parcial no fue fácil, debido a que el edificio A está justo en la entrada del camping, al lado sudoeste, y el edificio C, más cerca del mar, en el lado opuesto y todo el tránsito de vehículos pasaba entre ambos. Al cierre de las instalaciones el perímetro de actuación se delimitó de forma similar a la fase uno. Pero una vez abierto parcialmente el camping, las vallas fueron mo-viéndose según las necesidades de obra, aunque siempre próximas al perímetro de los edificios para permitir una buena circulación de vehículos. Para evitar imprevistos y problemas con el suministro, el pedido de los bloques de tapia prefabricada se realizó antes de finalizar la primera fase; y antes de empezar la segunda, se visitaron las instalaciones del fabricante para comprobar que la totalidad del pedido estaba fabricado y en fase de secado. Sin embargo, en la segunda fase, los problemas relacionados con los bloques de tapia fueron otros. En los planos, estaba perfectamente estudiado el despiece, pero la tolerancia en el formato de los blo-ques hacía que la altura de las hiladas no fuera siempre la misma. Como la estructura de hormigón iba alineada a las hiladas, esto comportó hormigonar los muros y pilares unos centímetros más altos de lo previsto para absorber la dispersión. Las paredes con bloques de tapia forman parte de la estructura vertical del edificio, de allí la importancia de la altura de las hiladas. Algunas de estas paredes van unidas a pantallas de hormigón armado y su cota de aca-bado superior tenía que coincidir. Constructivamente, se tuvieron que ejecutar primero las pantallas con una altura estimada, dejando un poco de sobrante en altura, para ir trabando las hiladas de la pared de bloques a medida que se iban construyendo y, una vez todas las hiladas ejecutadas, se tuvo que cortar el excedente de hormigón. La estructura de madera que conforma la cubierta inclinada está compuesta por una jácena de gran canto, vigas perimetrales, dos entramados verticales de madera y viguetas, todos ellos unidos mediante tornillería, de acuerdo con el proyecto establecido. Durante una vi-sita al fabricante, se acordó plantear a los arquitectos la modificación del sistema de fijación de las viguetas. Esta modificación consiste en pasar de una fijación comple-tamente con tornillería a un sistema mixto, que incluye un encaje en las vigas y tornillería en la parte superior de las viguetas para soportar el cortante. Tras realizar las comprobaciones pertinentes, los arquitectos aceptaron la propuesta. Esta propuesta redujo mucho el tiempo de montaje en obra, pero por contrapartida se tenía que realizar una medición exacta de cada pieza en obra una vez todo el soporte estuviese construido. En el momento de la colocación de la estructura con los paneles de entrevigado del edificio C y antes de tener tiempo de poner todas las capas de la cubierta, llovió a la vez que soplaba el viento, lo que generó puntos de filtración de agua que, afortunadamente, no tuvieron graves consecuencias. El último imprevisto se presentó con el suministro de las baldosas de revestimiento para la barra del bar y el mueble de recepción. Lo que inicialmente se estimó en un plazo de 2 semanas se prolongó a 2 meses. Cuando finalmente se confirmó que el transportista estaba en-tregando las baldosas en la obra, resultó que, debido a un movimiento de carga, la mayoría de las piezas se habían roto. Aunque la reposición de las piezas dañadas no tardó otros 2 meses, esta situación impidió contar con el 100% del revestimiento en el momento de la apertura de los edificios. A pesar de los imprevistos, mejoras y modificaciones surgidas durante la obra, el resultado final del conjunto de la construcción fue el esperado. • Camping Alfacs / REHABILITACIÓN