caso, la orden A, por dar valores más laxos (flecha activa <1/150). • Vidrios específicos5 Nos referiremos ahora a una serie vidrios termoacús-ticos con características específicas que mejoran las prestaciones básicas6, algunas de las cuales se consi-guen incluyendo otras características o combinando estos con los laminados. • Vidrios de control solar: reducen los aportes de calor producidos por soleamiento (filtra los rayos solares según su longitud de onda). Tienen incorporada una capa en una de las caras que impide la transmisión de energía, contri-buyendo al ahorro energético al evitar el calentamiento y minimizar los gastos de aire acondicionado. En ellos, la radiación calorífica se refleja, mientras que la luz natural penetra en los edificios sin apenas obstrucción (se cuanti-fica mediante el ‘factor solar’ –g–). Dentro de este subti-po está la variante de los “vidrios de alta selectividad”, que permiten el paso de grandes porcentajes de luz. • Vidrios de baja emisividad: es un producto de efi-ciente calidad energética, pues reduce las pérdidas de calor desde el interior del edificio a través de él, por medio de la incorporación de capas con contenido de plata, permitiendo alcanzar valores de transmitancia muy bajos. La posición recomendada del vidrio de baja emisividad será al interior en zonas frías, y al exterior en zonas cálidas. Existe también la posibilidad de com-binarlos en un acristalamiento que disponga de vidrios de control solar. 5 No se desarrollan aquí otras tipologías de vidrios, que entrarían en la categoría de VIDRIOS ESPECIALES, por cuanto no son objeto de este documento. Sería el caso de vidrios electrocrómicos, antibalas, refracta-rios, etc. 6 La reducción de pérdidas (% de ahorro) de utilizar un vidrio termoacús-tico convencional respecto a uno simple puede ser del 42%-49%. Si lo comparamos con un termoacústico específico de características ener-géticas, supondría un 24%-51% adicional, lo que comportaría un total de 61%-72% de reducción. PROFESIÓN / MUSAAT