de aire desde que se clausuraron en el siglo XIX y que se utilizaron como escombreras. Esta falta de aireación en el interior de las bóvedas y enterramientos producía humedades de condensación en su interior, con una humedad relativa cercana al 100%. Esto hacía que la superficie del suelo con dos capas de solería fuera poco permeable, a diferencia de la antigua solería original de barro. Por ello, la salida más fácil que encontraba la humedad al presentar menor resistencia eran los muros y pilastras, así como por las juntas entre las piezas de la solería, manifestándose exteriormente mediante manchas de color negro. Los paramentos de muros y pilastras del templo están formados, en su base, por un zócalo de mármol, siendo elaborado en el siglo XVIII el del presbiterio y pilastras en la cara que da a la nave central, y el resto que envuelve las pilastras y los muros fueron colocados en las distin-tas reparaciones llevadas a cabo en el siglo XX, tomados con mortero rico en cemento, siendo un material poco transpirable. REHABILITACIÓN / Iglesia ELIMINAR humedades Las humedades en el suelo y las paredes eran una de las patologías más importantes que presentaba esta iglesia, y que se han solventado diseñando una nueva solería.