41 En julio, estudiantes de Bangladesh se alzaron contra el Gobierno, que terminó destituido en agosto. Por el camino, la industria textil ha quedado dañada. Scomo primera minel pasado agosto, huyó del país. A principiosheik Hasina Wazed acumulaba veinte añosistra de Bangladesh cuando, de los 2000 fue detenida por extorsión, pero salió de la cárcel y ganó las elecciones de 2008. En 2014 fue reelegida en unos comicios que levantaron crí- ticas por parte de la opinión internacional, en 2018 ganó un tercer mandato y en 2024, un cuarto. Pero su gestión llevó al país a una corrupción extrema, un aumento de la deuda externa, inflación y alto desempleo juvenil, lo que puso en pie a Bangladesh. La denominada revuelta del Monzón ha logrado terminar con un régimen corrupto en Bangladesh, pero por el camino se ha llevado una parte de la confianza internacional en la industria textil delpaís. A principios de julio, un grupo de estudiantes comenzó a protestar por un antiguo sistema de cuo- tas en el acceso al empleo público que reservaba el 30% de los puestos de trabajo gubernamentales a los descendientes de los combatientes de la guerra de liberación, que transcurrió entre marzo y diciembre de 1979 y que derivó en la separación de Pakistán Occidental (actualmente Pakistán) y Pakistán Oriental (actualmente Bangladesh). La exprimera ministra del país, Sheik Hasina, es hija del desapa- recido Sheikh Mujibur Rahman, considerado padre de la nación por su papel en la guerra, de manera que el sistema de cuotas beneficiaba principalmente a personas relacionadas con el Gobierno. Las protestas se extendieron poco a poco por todo el país, hasta que a finales de julio se tornaron violentas, causando una brutal represión policial, el corte de telecomunicaciones y la declaración del toque de queda. El corte de comunicaciones afectó a la actividad industrial y los gigantes de la moda, que tienen en Bangladesh uno de sus mayores hubs mundiales, vieron afectados sus pedidos. La Bangladesh Garment Manufacturers and xportersE Association cifró pérdidas de 150 millones diarios