12.30 horasLa epopeya golosa de Jordi Roca 9.00 horasUn hotel con aroma de cacao 11.00 horasLa casa donde vivió Rafael Masó en GIRONa La huella de los hermanos Roca se deja ver en toda la ciudad: en un hotel, en una heladería o en una tienda de chucherías. Anna Payet lidera el Hotel Casa Cacao, el proyecto boutique de El Celler de Can Roca, para dormir en el centro histórico de Girona. La Casa Masó fue el hogar del arquitecto novecentista Rafael Masó, y hoy es el único edificio visitable de los que miran al río Oñar. 09.00 horas Un hotel con aroma de cacao En el Hotel Casa Cacao, bajo el sello de El Celler de Can Roca, el huésped se despierta con el mismo aroma con el que se mete en la cama. Levantado sobre el obrador de cho-colate de Jordi Roca, este hotel boutique de 15 habitaciones es un homenaje al producto que lleva su nombre. Al frente está Anna Payet, esposa de uno de los hermanos, Joan. Un establecimiento cálido, discreto: “La gama de colores de la decoración se inspira en el ciclo de vida del cacao, pero va más allá del fácil impacto figurativo, permite que la inmer-sión en el mundo del cacao sea lenta y suave, sin sobrecar-ga, de una manera equilibrada, en balance, armoniosa. Las paredes y texturas también invitarán a nuestros huéspedes a relajarse y sentir ese confort orgánico del cacao”, explica Payet. El colofón a tal experiencia olfativa y de descanso se tiene en su terraza, con vistas al centro histórico y un desa-yuno con productos de temporada. Hotel Casa Cacao. Carrer Ginesta, 2. hotelcasacacao.com 11.00 horas La casa donde vivió Rafael Masó El arquitecto Rafael Masó (1880-1935) fue un pionero del Novecentismo, ese movimiento estético que en literatura agrupó a muchos autores de la Generación del 98 y del 27, y que en arquitectura convivió con el Modernismo en las primeras décadas del siglo XX, especialmente en Cataluña. Masó fue uno de sus nombres más prolíficos, y en Girona está lo mejor de su legado, como su casa familiar, la única de las que mira al río Oñar que está abierta al público. En realidad son cuatro casas unidas donde la familia de Masó vivió y que se conserva en perfecto estado, con el mobilia-rio y la decoración tradicional de esa época. “Por encima de todo, lo que debe haber en la obra de arte, como en toda obra bella, es la racionalidad, el equilibrio, la justa propor-ción de tamaños”, dijo Masó en 1911. Y esta joya impoluta recalca todo esto en su galería, en sus baldosas, en la sime-tría de sus muebles”. La Casa Masó. Ballesteries, 29. rafaelmaso.girona.cat 12.30 horas La epopeya golosa de Jordi Roca La sombra de los hermanos Roca es alargada en Girona, mucho... El nuevo juguete gastronómico de Jordi Roca es Rocambolest, la confitería, justo al lado de la heladería que ya tenía abierta. Aquí se pueden encontrar gominolas, carame-los, chocolatinas y otras elaboraciones dulces con el sello de los tres estrellas Michelin. “Rocambolesc evoca un mundo de fantasía tanto para los niños como para los adultos, queremos que los clientes se puedan sentir en otro lugar”, explican. Lo interesante de este nuevo espacio es que, además, va firmado por la interiorista Sandra Tarruella, que ha respetado parte de la esencia arquitectónica del local, pero añadiendo imagina-ción y mucho color. “La estética del local debía reflejar esta diversidad, con dulces divertidos donde poder exponer la nariz de Jordi Roca [un helado de fresa con el molde en 3D de su nariz] o la mona de época de Pascua”, explica Tarruella. Aquí se pueden probar las gominolas con forma de joya de arándano y limón, las nubes de mandarina, o sus famosas carambinas de manzana al horno con chocolate. Confetería Rocambolesc. Santa Clara, 50. rocambolesc.com