INFRAESTRUCTURAS DESPIERTA LA CONCIENCIA (Y LA FINANCIACIÓN) SOSTENIBLE Semejante despegue económico ha implicado impactos ambientales, pero también espolea la conciencia conservacionista en una región cas-tigada por fenómenos climáticos extremos y amenazada por el nivel del mar. Los países de ASEAN firmaron el Acuerdo de París, se han compro-metido a un 23% renovable en su mix de energía primaria para 2025 y 26 grandes ciudades desarrollan programas de gestión inteligente. Microsoft y Temasek calculan que la región necesita invertir dos billones de dólares la próxima década para engancharse a una economía más sos-tenible y competitiva, con lo que esto implica para ACCIONA en términos de oportunidad. De hecho, el 40% de esa enorme cifra debería provenir del sector privado, según el Banco Asiático de Desarrollo, que reclama a las autoridades más transparencia en las tarifas y simplificar las normativas. La conciencia climática empieza a traducirse en fomento a las renova-bles y electrificación del transporte en Tailandia o Indonesia. También en Filipinas, con su Power Development Plan 8 para reducir la dependencia del carbón. En Singapur, el impuesto a la emisión de CO2 por tonelada equivalente pasará de 25 dólares en 2024 a unos 80 a finales de la década. Esta transición explica que el mercado de bonos y créditos ESG alcanzase 12.800 millones de dólares en 2020. Vietnam ha instalado 9,3 gigavatios de energía solar y, desde junio pasado, exportar este tipo de electricidad de la región a EE. UU. estará libre, por dos años, de aranceles. ADELANTE, LA CASA ESTÁ ENCENDIDA ADELANTE, LA CASA ESTÁ ENCENDIDA La fundación acciona.org contribuye al desarrollo de poblaciones en zonas remotas y sin electrificar con una visión no asistencia-lista, ya que las comunidades se corresponsabilizan en la gestión y el mantenimiento a largo plazo de los sistemas fotovoltaicos. Acaba de inaugurar su proyecto Luz en Casa en la comunidad de Sibaltan Barangay, municipio de El Nido, provincia de Palawan, Fi-lipinas. A partir de un acercamiento cuidadoso a las familias, ma-yoritariamente indígenas, ha recibido el consentimiento de 107 hogares —unas 400 personas—, a los que se han unido varios centros de salud, escuelas y cooperativas. Gracias a los equipos domésticos de autoconsumo, disponen de electricidad autónoma de origen renovable para alumbrarse y alimentar electrodomés-ticos y móviles. Las familias pagan una cuota, siempre inferior al gasto anterior de generadores, pilas o velas, con hasta ocho horas diarias de luz de buena calidad.