momentos inolvidables “El estigma de las personas con enfermedad mental nace del desconocimiento y el miedo” SEguir leyendo SEguir leyendo Texto: Eva Calleja / Fotos: Archivo OHSJD Ser Hermano Hermano Santiago González Superior de la Comunidad de Hermanos de San Juan de Dios en Palencia Desde su incorporación a la Orden en 2001, el Herma-no Santiago González ha combinado su labor como en-fermero especializado en geriatría y cuidados paliativos con la gestión del centro en Palencia. Su labor incluye la pastoral vocacional y la atención a personas con proble-mas de salud mental. En esta entrevista, reflexiona sobre la evolución de la salud mental en la sociedad actual, los desafíos a los que se enfrenta y la relevancia de los valo-res de San Juan de Dios. CERRAR El Hermano Santiago González comenzó sus estudios de Ingeniería, que nunca llegó a terminar porque en 1997 su vida dio un giro radical cuando una biografía de San Juan de Dios cayó en sus manos y, tras leerla, en su ca-beza se dibujó una pregunta:” ¿Y si éste es mi sitio?”. Profesó como Hermano en 2001 temporalmente y en 2009 de forma solemne y, ya como Hermano, hi-zo Enfermería y se especializó en geriatría y en cui-dados paliativos. Hace 10 años, en 2014, llegó a Pa-lencia y durante los primeros cuatro años se centró en la pastoral vocacional. Durante los últimos seis años ha trabajado como enfermero en diferentes uni-dades, sobre todo en psicogeriatría y discapacidad intelectual. Su día a día transcurre en el centro, siendo uno más, accesible a pacientes, familiares y colaborado-res. Considera que esa es su misión más importan-te, tarea que compatibiliza con la enfermería y con la gestión del centro, ya que hace dos años fue nom-brado Superior de la Comunidad en Palencia. Desde la perspectiva que dan los años dedicados a la atención a las personas con problemas de salud mental, ¿ha cambiado el número o las característi-cas generales de estas personas? La persona con problemas de salud mental, desde mi experiencia, ha cambiado como ha cambiado la so-ciedad y ha cambiado su manifestación. Ya no exis-ten esos locos “egregios” que se creían Napoleón, Cé-sar o Dios, pero lo más importante se mantiene, si-guen siendo personas que sufren, a las que no se en-tiende y que se ven rechazadas por los demás. Aunque el término salud mental se está convir-tiendo en un cajón desastre en el que metemos todo aquello que no es estrictamente somático, yo habla-ría de problemas de salud emocionales, de problemas de salud sociales, de problemas de salud existencia-les... y luego también, cómo no, de problemas de sa-lud mental. Pero no somos seres estancos, todo se relaciona con todo, todos comprendemos el concep-to de somatización. Un disgusto hace que nos duela el estómago, incluso que se altere nuestra digestión, por ejemplo. Creo que sería muy osado suponer que nuestro estado emocional no afecte a nuestra con-ducta social o al sano desarrollo de nuestros proce-sos mentales. ¿Cree que en esto está impactando de alguna ma-nera la forma de vida actual? No somos cajones con compartimentos estancos, to-do afecta a todo mucho más de lo que suponemos. Vivimos en una sociedad inmediata, de prisas, en la que parece que el que pestañea, se lo pierde... Consu-mimos información, noticias, emociones a toda ve-locidad, pero sin tiempo para hacer la digestión de nada... Muy sano no parece, la verdad. ¿Las adicciones son una puerta de entrada a la en-fermedad mental? Las adicciones, con o sin sustancias, son un compor-tamiento insano, una enfermedad mental y mani-festación de un problema de salud. Hay que enten-der que una adicción es un comportamiento que no podemos dominar y que nos esclaviza. ¿El estigma sigue estando presente? Si es así, ¿na-ce del desconocimiento hacia la enfermedad men-tal? ¿Cómo podría superarse? El estigma sigue estando muy presente y no vere-mos noticias tales como “cardiópata asalta un ban-co” o “enfermo renal ataca a su vecino”; sin embar-go, si podemos ver frecuentemente noticias de deli-tos que tienen como protagonistas a personas con enfermedad mental, aunque las estadísticas nos di-cen que la población con problemas de salud mental tiene un índice de delincuencia más bajo que la me-dia de la población sana. El estigma nace del desco-nocimiento, pero también del miedo. Apartamos de nuestra realidad cotidiana aquello que tememos y si no lo vemos, no existe. ¿Cuáles son los principales retos de la atención a la salud mental en el momento actual? Yo señalaría dos fundamentales. El primero es el co-nocimiento e investigación médica de los problemas de salud mental. La ciencia está aún en mantillas en lo que a salud mental se refiere y apenas hay conoci-mientos de la mayoría de las enfermedades menta-les, tratamientos que mejoran y manejan síntomas, pero apenas curan... El segundo reto sería la integra-ción de las personas con problemas de salud mental en la sociedad. ¿Considera que en la sociedad actual son importan-tes los valores de San Juan de Dios? No solo son importantes, son fundamentales e in-negociables. “Ser hospitalario” es acoger al otro res-petando su identidad y su diferencia, hacer las co-sas con calidad y calidez, y hacerlo desde la búsque-da de sentido a la vida... A mí me parece que es algo interesante. CERRAR