documentos de los registros de los abonos que se realiza-ban a estos por su trabajo de tallado de la piedra en la cons-trucción de las torres), lo curioso es que la de Guillén de Rohan es la primera referencia escrita como tal (Apareiador) y documentada de este modo tan singular y enigmático. Extensa y variada es la documentación existente en referencia al monasterio de Santa Clara de Tordesillas y a todas las historias que albergan sus muros, no solo al exterior, pues cercano a él estaba el palacio donde la reina Juana (como gusta que se la llame allí y como se la debe-ría reconocer) estuvo recluida la friolera de 46 años, sino también al interior, donde nos encontramos con joyas de la arquitectura tales como la capilla dorada, el claustro, la iglesia y, cómo no, la capilla de los Saldaña, reconocida por ser uno de los primeros exponentes del último gótico en España y quedando recogida la referencia de la placa en la mayoría de los escritos existentes, tanto del monas-terio como de la capilla, la cual debió desaparecer en el siglo XX (desconocemos el motivo, ¿robo quizás?), y que permaneció en dichos muros desde su colocación hasta hace apenas unos 80 años. Otro aspecto curioso, y siguiendo la teoría de la his-toriadora del arte Begoña Alonso Ruiz en su artículo Una montea gótica en la Capilla Saldaña de Santa Clara de Tor-desillas, dentro del proyecto de investigación que se llevó a cabo sobre la arquitectura tardogótica en la corona de Cas-tilla –Trayectorias e intercambios (ref. HAR2011-25138)–, nos plantea la posibilidad de que la montea (dibujo de ta-maño natural que en el suelo o en una pared se hace del todo o parte de una obra para hacer el despiezo, sacar las plantillas y señalar los cortes, como define el Diccionario de la lengua española) que hay en el interior de la capilla en la mitad del muro este sea obra del mismo Guillén de Rohan. Documento pétreo. Esta montea se compone de una serie de líneas rectas que definen un pentágono en forma de diamante, sobre la que se pueden reconocer perfecta-mente ángulos a 90 grados, ángulos de 135 grados, líneas perpendiculares y semicircunferencias perfectas. Próxi- todos los que somos Aparejadores/ Arquitectos Técnicos y ahora Ingenieros de Edificación estamos en la obligación de sentirnos igual de orgullosos que Don Fernán Gómez de Saldaña lo estuvo de su ‘apareiador’ © Patrimonio nacional PROFESIÓN / CGATE