pROcesos y materiales lar al interior de la tumba, evitando un contraste excesivo en la entrada; durante la noche, resulta más adecuado programar un nivel más bajo, apropiado para la atmósfera nocturna. Edificios de control. En el proyecto se contempla cons-truir cinco pequeños edificios de control para albergar el hardware de gestión de los sistemas de seguridad e ilu-minación, y están insertados en cada uno de los períme-tros de control: el templo de Luxor en la orilla este, y los de Ramesseum, Medinet Habou, Hatshepsut y Valle de los Reyes, en la oeste. Se ha tratado de que dichas cons-trucciones sean respetuosas con el entorno, optando por las dimensiones mínimas necesarias y una geometría y disposición consecuencia de aprovechar las condiciones climáticas extremas, optimizando la eficiencia energética y reduciendo consumos. El primer concepto utilizado fue el de inercia como capacidad de los materiales de acumular energía. Sin em-bargo, en un clima en el que la radiación solar calienta dramáticamente los edificios, no quedaba otra opción que colocar dicho almacén de energía bajo tierra. Bajo los centros de control se dispone una caja aislada de grava lavada, a través de la cual se hace circular una red de con-ductos perforados para producir un intercambio de ener-gía entre el aire que circula por la red de conductos y la grava almacenada. De este modo, la cama de grava es ca-paz de mantener una temperatura sensiblemente estable. Posteriormente, este aire atemperado se introduce en el edificio a través de un sencillo BMS (sistema de control de edificios), que permite al aire exterior penetrar y fluir a través de la cama de grava, siempre que las condiciones exteriores fueran las deseadas, calentando o enfriando la grava, para posteriormente, y cuando las condiciones exteriores quedan fuera del umbral de confort, recircular dicho aire ya parcialmente acondicionado hacia el interior de los centros de control. Tal almacén de aire atemperado es utilizado por los centros de control en función de las necesidades, mante-niendo la temperatura interior de los edificios por debajo de los 28º C, según las simulaciones realizadas. La siguiente estrategia pasiva utilizada fue la geome-tría y orientación: orientado a sur y en el punto más ele-vado de la cubierta, se realiza una apertura bajo la misma, donde se ubican los equipos de climatización de apoyo, para generar un gradiente de temperatura que produzca un tiro natural que provoque una ventilación cruzada en el interior del edificio. A su vez, la fachada completamente aislada por el exterior se reviste de un entramado tupido de madera que, separado del propio cierre, evita su expo-sición directa a la radiación solar y permite la disipación de calor por ventilación. Cabe destacar la dureza de la construcción en un clima tan extremo, con medios humanos locales y medios ma-teriales y equipos de obra muy limitados, donde no es posible utilizar maquinaria de excavación ni vehículos pesados, por lo que buena parte de los trabajos se llevan a cabo manualmente. Esta dificultad se torna dramática cuando se trata del despliegue de la instalación de se-guridad perimetral del Valle de los Reyes y templo de Hatshepsut, de 8 km de longitud, con grandes pendien-tes, donde la distribución de materiales se hizo de forma manual. El despliegue del sistema de detección de intrusión perimetral, clave para conseguir que los emplazamientos arqueológicos sean seguros, recae sobre diferentes tec-nologías de detección: barreras de microondas, barreras infrarrojas, cable enterrado electromagnético y cámaras sensibles al espectro de luz infrarroja apoyadas con focos de iluminación de dicha banda del espectro. • Más de 15 millones de visitantes al año 20 km de perímetro y 30 km2 de superficie 30 M € de inversión 35 empresas participantes Más de 500 cámaras 5 centros de control EN CIFRAS