Seguir leyendo No vienen del mundo del mar, pero sí conocen el de los conserveros. “Nuestros abuelos por parte de padre tenían una humilde industria de conservas de tomate y pimientos”, rememora Manuel Galera (Madrid, 55 años), el mayor de los tres hermanos que han creado Canthynnus, una empresa de distribución de latas de pescado y marisco gourmet con un trasfondo ecologista. Manuel es matemático, mientras que sus hermanos Javier (Madrid, 52 años) y Miguel (Madrid, 46 años) son, respectivamente, ingeniero de caminos y economista. Durante el confinamiento, se dieron cuenta de que era el momento de lanzar su proyecto. “Según la consultora McKensey, el comercio electrónico creció en ocho semanas lo que se esperaba que creciera en diez años”, señala Miguel. Los proveedores de la comida que hay en el interior de las latas de Canthynnus son, en su mayoría, conserveros tradicionales de Galicia, cuyo producto fue elegido personalmente por los hermanos de acuerdo a criterios de calidad y sostenibilidad con el medio ambiente. Porque el compromiso con el mar, al que los fundadores dicen tratar de “homenajear” con su iniciativa, es otra de sus señas de identidad, según explica Javier: “Por cada lata que vendemos, retiramos entre 100 gramos y un kilo de plástico del Mediterráneo, y parte de nuestra facturación se destina a proyectos de investigación para reducir el impacto del CO2”. Mediante un modelo de suscripción mensual, los usuarios de Canthynnus pueden recibir las latas que seleccionen o packs combinados, algunos de ellos con opciones de maridaje incluidas. Con el compromiso, agrega Manuel, de “sorprender y llevar nuevas historias cargadas de sabor a mar”.