Tanto en su versión profesional como a modo de hobby, el universo del gaming y los e-sports está conquistando el mundo. Mercedes-Benz fue una de las primeras marcas en sumarse a esta fascinación,y hoy en día es todo un referente para un sector en auge. En 2020,Mercedes-Benz se convirtió en el socio exclusivo del mundo de la automoción para todos los eventos mundiales de League of Legends. SEGUIR LEYENDO Cada vez más marcas de lujo(como Louis Vuitton –arriba– y Balenciaga –abajo–)incluyen el mundo de los videojuegos ensus estrategias de comunicación. Millones de aficionados a los e-sportsde todo el mundo vieron la LoL World Trophy Ceremony 2020. Hace años que los e-sports han dejado de ser una moda para consagrarse como una alterna-tiva de ocio más para millones de personas de todo el mundo. Hablamos de competiciones de videojuegos –no de la mera afición a los mis-mos, conocida como gaming– cuyas reglas y ob-jetivos vienen impuestos por los distintos desa-rrolladores. La influencia de la pandemia y los confinamientos han disparado el crecimiento de un sector cuyos beneficios, en EE. UU., ya igualan a los de la industria cinematográfica y la competición deportiva juntos. En paralelo, su relevancia e influencia en la cul-tura popular es ya indiscutible: marcas de lujo como Louis Vuitton, Balenciaga, Gucci y Saint Laurent están recurriendo al entorno digital para mantener el contacto con un público obje-tivo más joven y globalizado, mientras consolas como la Xbox o la PlayStation 5 se convierten en codiciados objetos de deseo. Hoy, más que nunca, los videojuegos están dejando atrás su infancia. La popularización de los e-sports ha estado li-gada al desarrollo de internet: la existencia de los primeros jugadores y equipos se remonta a principios de la década de 2000. Desde enton-ces, su público global ha aumentado de forma espectacular, pasando de 281 millones en 2016 a casi 500 millones en 2020. Y nada indica que la tendencia vaya a revertirse: en todo el mun-do se están creando instalaciones y estadios para acoger estas competiciones, que cada vez cuentan con premios más sustanciosos. Y aun-que aún no han sido reconocidos como discipli-na olímpica, su inmensa popularidad ha hecho que fueran incluidos en la programación oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio. Mercedes-Benz, una marca pionera La marca de la estrella se sumó muy pronto a esta fascinación y, en 2017, se convirtió en uno de los primeros fabricantes de coches en parti-cipar en el mundillo de los e-sports como socio de la Electronic Sports League (ESL). Solo dos años más tarde, se convirtió en accionista de uno de los clubes de e-sports más famosos del mundo, SK Gaming, y en 2020 reconfirmó su apuesta por sector al asociarse con Riot Games, creadora del juego por equipos League of Legends (LoL). Una combinación perfecta, no solo por-que se trata de uno de los juegos con más éxi-to del mundo, sino también porque eventos in-ternacionales como la League of Legends Worlds cuentan con millones de fans. No estamos ante una forma de patrocinio tradi-cional: con estas iniciativas, Mercedes-Benz de-sea convertirse en una parte integrante y activa del sector de los e-sports, ayudando a moldearlo junto a la comunidad de gamers y aumentando, aún más si cabe, su alcance e influencia plane-taria.