Caleta de Fuste y Antigua, experiencias únicas Descubre estas dos joyas de Fuerteventura y sumérgete en sus maravillas submarinas, el senderismo, los deportes y la cultura popular. club renfe para Caleta de Fuste Más información: caletadefuste.es / Ayto-antigua.es Seguir leyendo Arriba, vista aérea del campo de golf de Caleta de Fuste. Y sobre estas líneas, un angelote en los fondos submarinos. Caleta de Fuste y Antigua fusionan la grandeza natural con la riqueza cultural de Fuerteventura. Un encanto doble para los viajeros más curiosos y aventureros. Las aguas de Caleta de Fuste proporcionan sensaciones inolvidables. Sus fondos marinos son escenarios privilegiados para los amantes del buceo, ya que descubrirá animales tan espectaculares como los angelotes (o tiburón ángel), una especie en peligro de extinción. En la superficie también se viven aventuras para todos los gustos. Desde los paseos en moto de agua hasta las serenas excursiones en catamarán, que sirven para desvelar la majestuosidad costera de Fuerteventura, un festín para la vista. La diversión con el agua no termina ahí, ya que el parque acuático local promete entretenimiento para todas las edades, sumergiendo a los visitantes en un oasis de frescura. Para los amantes de la naturaleza, los senderos infinitos de Caleta de Fuste ofrecen fantásticas rutas, explorando acantilados, playas y paisajes de interior. Y los entusiastas del deporte tienen varias opciones. Si les gusta el ciclismo, ya sea de carretera o montaña, hay vías y senderos para disfrutar. También se puede practicar la hípica entre parajes naturales imponentes y el golf en campos con inmejorables instalaciones que los convierte en atractivo destino internacional de la especialidad. En Antigua, el turismo interior permite conocer en primera persona la producción de aloe vera, mojo, espirulina y otros productos locales de renombre mundial como queso de cabra, aceite de oliva, jabón, champú y chocolate. También el visitante puede adentrarse en la rica herencia cultural en el Museo del Queso y descubrir La Atalayita en Pozo Negro, un vestigio aborigen fascinante. Por otra parte, en la agenda del viajero deben aparecer anotaciones de las ferias dedicadas a la artesanía (mayo) y la de agricultura, ganadería y pesca del mes de junio. Sin olvidar, la divertida Beach Party en julio con más de 20 horas de música al aire libre.