TALGO II / AÑOS 50 SIEMPRE EN VANGUARDIA Seguir leyendo Fabricados en EE UU por la compañía American Car and Foundry, los Talgo II nacieron a raíz de dos prototipos del ingeniero militar Alejandro Goicoechea, cuyo apellido, junto al del empresario José Luis de Oriol y Urigüen, estaba integrado en el acrónimo Talgo: Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol. Fueron la primera versión que operó servicios regulares hasta 1972, año de su retirada. Con una velocidad de 120 km/h, su decoración se inspiraba en los vagones de los expresos estadounidenses de los años 30 y 50. Las locomotoras de la Serie 350 de Renfe que remolcaban a los Talgo II fueron, como era costumbre, bautizadas con nombres de vírgenes: Pilar, Aránzazu y Begoña. Pero viajar en estos trenes era, además, un símbolo de estatus, sobre todo si lo hacías en los coches cola, los más lujosos. Allí, alrededor de una mesa circular, se podían mantener reuniones familiares o de negocios en unos cómodos asientos de piel y con la intimidad que proporcionaban unas cortinas. Entonces, como ahora, viajar en tren también podía ser un acto social donde contemplar el paisaje.