+de 200 KM/H Bilbao no tiene una sola Gran Vía que marque su pulso, tiene dos. Una de ellas –de las calles comerciales más con-curridas de España– recorre la ciudad de este a oeste y lle-va el nombre de Gran Vía de Don Diego López de Haro, en honor al fundador de la Villa. El noble, en el año 1300, decidió establecer un nuevo enclave urbano en los márge-nes de su segunda gran vía, en este caso, fluvial: la ría del Nervión. Desde entonces, esa desembocadura, que condu-ce al Cantábrico, estuvo llamada a ser columna vertebral de la ciudad. Allí cultivaron, pescaron y comerciaron los habi-tantes de El Bocho (o “agujero”, por encontrarse hundida Marzana, el barrio ‘arty’ de la ciudad, originó su identidad con la recuperación de la ría. Se sitúa entre el puente de San An-tón (junto a la iglesia del mismo nombre) y el de la Ribera. El artista Ignacio Goitia decidió a principios del siglo XXI instalar su estudio en el Muelle de Marzana, lugar que, pese a su transformación, mantiene “el encanto de viejo barrio multirracial”.