profesiones MUTUALISTAS EN PRIMERA PERSONA SANTIAGO JIMÉNEZ TREVIÑO MÉDICO Y SUPERHÉROE EN EL HUCA Para ejercer la Pediatría es necesario contar Cuando me iba, me con una marcada vocación, pero si hablamos hizo volver a llamar, de ir más allá en la atención a los más peque- y ahí ya cambió la ños, Santiago Treviño (@spidertrooper76) se cosa. Seis años des- ha pasado el juego. Y es que este mutualista, pués, volvió a ingre- pediatra de Digestivo en el Hospital Universita- sar y descubrí que, rio Central de Asturias (HUCA), se enfunda cada ya con 16 años, iba semana su traje de Spiderman para visitar a acompañado por su sus jóvenes pacientes, sobre todo a los oncoló- peluche de Spider- gicos. “La primera vez que vi la reacción y las man”. miradas de los niños con la Legión 501 –una Indudablemente, asociación de voluntarios que se disfrazan hay una parte tris- de personajes de Star Wars; él a veces hace te.En la pandemia, lo propio vistiéndose de soldado imperial–, en medio de “una pensé, ‘yo quiero hacer esto’. Muchos de situación de deshu- ellos creen que realmente eres el personaje, manización total” en y los acompañas en ese mundo de fantasía”. lo que respecta a la soledad de los pacientes, Cómo no creérselo. Santiago se mete de en la que no se permitía el trabajo de los volun- verdad en el personaje, llevando y firmando tarios de las distintas asociaciones, Santiago fotos con su disfraz en una azotea, posando en seguía visitando a los niños. “En lugar de visi- Nueva York… “En una ocasión di con un niño tar 20 o 30 pacientes al día, al no poder estar de unos 10 años que se mostró escéptico, me cambiándome el traje, escogía a un niño con el decía que en realidad trabajaba en el hospital. que estar en cada jornada”, ya que no podían tener visitas más allá de su acompañante en el ingreso (padre o madre). Por otro lado, la re- lación con pequeños que en muchos casos no superan la enfermedad “hace que te cargues con muchas heridas en el corazón. Lo gestio- nas, pero te los llevas a ellos y a sus familias a casa”.Sin embargo, “sabes que les haces mucho bien. Y, como les digo a los residentes, no es necesario disfrazarse: la compañía, una charla, suponen un mundo para el paciente”. 35