profesiones Suicidio adolescente Roa matiza que “es necesa- rio cultivar, especialmente en etapas difíciles como en la adolescencia, el canal de comunicación familiar. Para ello es importante la escucha, la comprensión, que haya una comunicación asertiva y empática y evitar, en la me- dida de lo posible, los juicios ya que los jóvenes tienen que ser capaces de expresar sus emociones”. La pedagoga destaca la im- portancia de abogar por la parentalidad po- “hay un conocido estudio en The Lancet que sitiva, es decir, establecer un entorno familiar sostiene que los hijos de las familias que ce- que fomente la confianza mutua y el respeto nan juntas presentan menos trastornos men- y recomienda ofrecer orientación en lugar de tales y menos acoso escolar. Cenar juntos es imponer normas de manera autoritaria, pro- cohesión y este espacio compartido cumple moviendo así un espacio donde el diálogo sea un papel de contención importante. Hablan, constructivo. comentan y tienen la oportunidad de decir En este sentido, Celso Arango subraya que qué les preocupa y qué va mal”. MITOS SOBRE EL SUICIDIO QUIEN SE SUICIDA QUIERE MORIR No es verdad: nadie quiere morir, y mucho menos matarse; quiere dejar de sufrir. No es que no quiera vivir, es que no puede. Nadie que es feliz se suicida. Hay que paliar ese sufrimiento y ayudarle a recuperar el deseo de vivir. HABLAR DEL SUICIDIO INCITA A HACERLO Falso: abordar de manera adecuada las ideas suicidas facilita su superación. Hablar es prevenir. QUIEN LO HACE NO LO DICE Y QUIEN LO DICE NO LO HACE No: muchos suicidios están precedidos por señales de alerta, que nunca deben subestimarse. Ningún intento debe valorarse como llamada de atención, sino como petición de ayuda. Fuente: Observatorio del Suicidio en España. 27