comienzos del siglo XIX, el zapatero español Antón Hero Cepeda inauguró en Bogotá un establecimiento para la fabri-cación de un tipo de calzado llamado chapín. Lo llamó “El Chapín Hero” sin sospechar que, con el correr de los años, la localidad adoptaría su nombre y se convertiría en una de las zonas más vibrantes de la capital colombiana. Cariñosamente conocido como Chapi, el distrito ubicado al noreste de Bogotá se extien-de a lo largo de 38 kilómetros cuadrados que apuntan hacia las montañas. En Chapinero, dividido en seis áreas que contienen distintos barrios, el visitante transita por calles empina-das, locales comerciales, parques, museos, casas de ladrillo estilo Tudor, librerías y anticuarios. Pero, además, en los últimos años se ha conver-tido en el escenario de una nueva ola gastronó-mica, donde sus chefs miran hacia el interior del país para crear platos basados en su fabulo-sa biodiversidad. Gestión sostenible y salsa de chicha El restaurante Mini Mal (Trv 4 Bis # 56A – 52) abrió sus puertas hace 23 años, en Chapinero, en la casa familiar del ingeniero agróno-mo Manuel Martínez, quien formó un equi-po interdisciplinar con la diseñadora grá-