TENERIFE Cuando se convirtió en Parque Nacional, en enero de 1954, tanto el volcán como sus cañadas eran un erial por culpa del pastoreo, la extracción de azufre y las explotaciones de piedra pómez. Las medidas de protección que trajo la declaración de espacio pre-servado detuvieron su degradación y lo han convertido en una de las regiones más atractivas del planeta. “Coronar el pico es imprescindible, contemplar las vistas del cráter de Pico Viejo, también”, recomienda Laura Álvarez Torres, directora de operaciones de Senda Ecoway y guía de montaña especializada en este Parque Nacional. Y añade: “la zona de la última erupción del volcán, las Narices del Teide, es extremada-mente interesante ya que se pueden conocer las lenguas de lava más jóvenes del Parque. O las Minas de San José, un paisaje lunar único que se conformó con las primeras erupciones. Otros luga-res que no podemos perdernos, la Montaña Mostaza y el Alto de Guamaso”. © PA Images via Getty Images Raquel Welch en el rodaje de Hace un millón de años. // Raquel Welch on the set of One Million Years B.C.