L a joya del Caribe colombiano es una ciudad que no se parece a ninguna otra. Tiene una mezcla entre pasado colonial, sabor costeño, alegría sin filtro y paisajes de postal. Cartagena es un destino que se vive, se escucha, se baila y se saborea. Con Azulmarino, puedes disfrutar de la gracia de uno de los lugares más sugerentes del Caribe y conseguir un 5% de reembolso a tu tarjeta EROSKI club para próximas compras. Viaje al pasado sin dejar el presente Lo primero que salta a la vista cuando llegas a Cartagena es su ciudad amurallada. Una fortaleza del siglo XVI que, aunque parezca sacada de un cuento, es real y está llena de vida. Dentro de esas murallas el tiempo se detuvo de la mejor manera, en unas calles donde cada esquina cuenta una historia: desde casas coloniales con sus puertas gigantes hasta los balcones que parecen competir para ver cuál está más bonito. Lo mejor es perderse. De verdad. Guarda el mapa y camina sin rumbo fijo. Vas a encontrarte con vendedores de frutas que parecen sacados de un cuadro, mujeres palenqueras con vestidos de colores vivos y músicos callejeros que te regalan un pedacito de champeta, salsa o cumbia. Sol, sal y mar Cartagena también es playa. Pero no cualquier playa. Desde Bocagrande, que tiene su onda más moderna, llena de hoteles y edificios altos, hasta las playas de La Boquilla, donde la experiencia es más local y auténtica, aunque el verdadero tesoro está un poquito más lejos. Reserva un día para conocer las Islas del Rosario, que son lo más parecido a la idea que todos tenemos del paraíso en la tierra. Aguas turquesas, arena blanca, palmeras y un silencio que solo rompe el mar. Este es lugar perfecto para hacer snorkel, buceo o, simplemente, dejarte llevar por el vaivén de una hamaca. Una fiesta en cada bocado Una de las mejores maneras de conocer un lugar es probar la comida local. Y Cartagena sabe cocinar. ¿Lo primero? No te vayas sin probar una arepa de huevo. Puede sonar simple, pero es deliciosa. Las venden en la calle y son baratas y muy ricas. Después están los patacones, el arroz con coco, el pescado frito y el famoso ceviche cartagenero, con limón, cebolla y un sabor bien caribeño. ¿Y de postre? Helado de corozo, paleta de maracuyá o, simplemente, una fruta bien fresca del mercado. Getsemaní, el barrio más ‘cool’ Si la ciudad amurallada es la parte elegante y colonial de Cartagena, Getsemaní es su lado más bohemio, rebelde y artístico. Este barrio, que hace algunos años era más bien local y poco turístico, hoy está lleno de vida, pero sin perder su esencia. Sus calles están salpicadas de murales coloridos, casas con grafitis, plazas donde la gente se sienta a tomar cerveza al atardecer y niños jugando al fútbol como en cualquier barrio latinoamericano. En la Plaza de la Trinidad todo pasa: desde músicos tocando en vivo hasta puestos de comida callejera y grupos de viajeros compartiendo una cerveza. Si te gusta la vida nocturna más relajada y con onda, Getsemaní es tu lugar. Un destino que se queda contigo Cartagena no es solo una ciudad para tachar en la lista. Es un lugar que te envuelve, te atrapa con su historia, te enamora con sus colores, te hace bailar sin querer y te alimenta el alma y el estómago. Porque, a veces, de eso trata viajar: de dejarse llevar, de encontrarse en lugares nuevos, de perderse en calles antiguas con sabor a mar y volver a casa con algo más que fotos. ¡Nos vemos en la ciudad de la brisa y el color! Ahora, con Azulmarino, Cartagena de Indias se convierte en un destino ideal para unas vacaciones de playa, con vuelo directo desde Madrid con World2Fly. Además, se podrá combinar con el viaje a Cali y disfrutar de ambos itinerarios. viajes MAGIA COLONIAL ENTRE MURALLAS Y PALMERAS