Hay experiencias que marcan la vida de un viajero. Como que, siendo adolescente, pases la noche bajo las estrellas, viendo desde el saco de dormir la cumbre del Aneto. Eso fue lo que le ocurrió a Eduardo Viñuales quien, después de aquello, se rindió al paisaje de un territorio salvaje y, ya de mayor, acabó convirtiéndose en escritor y fotógrafo de naturaleza. “Ese día en el Parque Natural de Posets-Maladeta descubrí que aquel era el reino de la alta montaña, con su belleza deslumbrante y también con su adversidad”. +ALTO_A VISTA DE DRON Texto ROSA ALVARES Seguir leyendo