Contaminación lumínica / URBANISMO texto_ Susana Malón (Física, especializada en luz y contaminación lumínica. CEO de Lumínica Ambiental, SL) A lo largo del último siglo, los cielos han experimentado un preocupante cambio debido al exceso de luz artificial nocturna, que afecta tanto a la salud de las personas como a la del medioambiente. Cambiar esta tendencia aún es posible. compartir R esulta más que evidente que si miramos desde la distancia hacia nuestros municipios durante la noche, la luz artificial que emana de ellos de- bido a los excesos de las instalaciones de alum- brado exterior, tanto público como privado, envuelve a la población en una bóveda luminosa artificial que no solo es local, sino que se esparce enormes distan- cias y alturas en la atmósfera y que “antes” no estaba ahí. De hecho, nuestros cielos nada tienen que ver con los que veían nuestros abuelos. Y sabemos de forma rotunda que esta pérdida supone un problema. El incremento de alumbrado artificial en nuestros mu- nicipios, polígonos industriales, comercios, puertos, aero- puertos, etc., hay quienes lo ven como desarrollo hacia la prosperidad, y evidentemente es desarrollo, pero no sos- tenible en buena parte de las situaciones. A pesar de que está demostrado científica y técnicamente que ese exceso de iluminación nocturna afecta a la salud de las personas, a la biodiversidad, al medioambiente y tiene repercusiones en la ciencia y cultura, a día de hoy la contaminación lumí- nica es un vector medioambiental sobre el que apenas se contemplan acciones realmente eficaces para su control.