Entre palacios, museos y vistas de postal Uno de los imprescindibles es la Península de La Magdalena, un lugar emblemático donde se alza el Palacio del mismo nombre, antigua residencia de verano de la realeza y hoy icono turístico de la ciudad. Rodeado de jardines, playas y rincones mágicos, es ideal para recorrer en familia. A escasa distancia se encuentra el Centro Botín, una joya arquitectónica dedicada al arte contemporáneo y la creatividad, desde donde se pueden contemplar espectaculares vistas a la bahía. Y para los amantes de la historia, el MUPAC (Museo de Prehistoria y Arqueología) ofrece un viaje fascinante desde el Paleolítico hasta la Edad Media. Diversión y naturaleza para todas las edades Santander cuenta con espacios verdes y parques que fascinan a los más pequeños. El Parque de Mataleñas, con su estanque y su tirolina, o el Parque de Las Llamas, con zonas de juego y actividades deportivas, son perfectos para un día al aire libre. Además, el Museo Marítimo del Cantábrico y sus acuarios, o un paseo en barco con Los Reginas, completan la oferta de ocio familiar con planes educativos y divertidos. Con buena conexión por tierra, mar y aire, Santander es un destino accesible, acogedor y con mucho por descubrir. Una ciudad que se vive, se saborea y, sobre todo, se disfruta en familia.