Rigor científico, divulgación y tecnología

Para Manuel Cermerón, comisario de la exposición, “el balance es muy positivo. El reto era importante. La combinación de cambio climático y realidad virtual era muy atractiva, si bien corríamos el peligro de banalizar el objetivo. Pero hemos conseguido hacer una exposición que combina el rigor científico y el afán de concienciación con la vertiente lúdica y divulgativa de una tecnología como la realidad virtual”. Manuel Cermerón añade que “nosotros, en cierto modo, ya preveíamos que esta combinación entre tecnología de última generación y un tema de impacto como el cambio climático tendría la fuerza que ha tenido. Pero nos ha sorprendido mucho la gran implicación de los colegios, que han incorporado en sus planes de estudio la visita a una exposición que tiene una vertiente educativa muy importante, pero con herramientas tecnológicas muy atractivas para los jóvenes. Eso es de gran importancia porque, en el caso de las escuelas, incidimos directamente en un cambio de comportamiento”. De cara al futuro, “nos gustaría que la exposición pudiera hacerse en otras poblaciones del territorio. En este sentido, es básico continuar con el modelo de éxito de colaboración público-privada”, concluye.