El fotógrafo Txema Salvans tuvo muy claro desde el primer día que el reto de la exposición 7/24/365 era encontrar el recurso artístico que le permitiera reflejar esta realidad en un entorno, el de la gestión del ciclo integral del agua, que le era completamente desconocido. “De hecho –explica–, uno de los atractivos del proyecto era que me permitía enfrentarme a otras realidades, circunstancias vitales ajenas a lo que conocía hasta ahora. Este es uno de los grandes alicientes de ser fotodocumentalista, que te saca de la zona de confort. Por suerte, soy una persona muy curiosa y me tomé el encargo como un desafío. Por otro lado, el concepto inicial estaba bien definido por el título de la exposición. Se trataba de descubrir el enorme trabajo que hay detrás del agua que usamos a diario sin pensar en cómo llega a casa.” Para hacer las sesiones, Salvans acompañó a los trabajadores, que representan los ámbitos relacionados con la gestión integral del ciclo del agua, a lo largo de su jornada laboral. Eso lo obligó a adaptarse al horario de los diferentes turnos y a dedicar tiempo a conocer los aspectos que mejor podían plasmar lo que se buscaba. “Todos se mostraron muy proactivos y encantados de participar. Me adoptaron como a un compañero el tiempo que estuve con ellos”, asegura.