
Antoni Peralta, director del Plan de Desarrollo Sostenible de Aigües de Barcelona, dice que hace tiempo que quería saberse cuál era el impacto que la empresa genera en la sociedad. “Teníamos la sensación de que Aigües de Barcelona aportaba mucho más a la sociedad de lo que a veces se ve reflejado en los medios de comunicación”, asegura. “Queríamos encontrar una manera de medir los beneficios que generan empresas como la nuestra, que gestiona un servicio de primera necesidad como el agua, y que estrictamente no figuran en las cuentas financieras.” Este impacto, el valor social integrado, “es lo que reclama una sociedad cada vez más comprometida y más crítica con las corporaciones que ya tienen en cuenta el beneficio social común, como es nuestro caso”, comenta.