Núria Latorre, directora del Área de Clientes de Aigües de Barcelona, explica la importancia que tiene el Fondo de Solidaridad como elemento de cohesión social. “La voluntad era llegar a todas las personas en situación de vulnerabilidad de una forma más efectiva. Contactamos con aquellas entidades que ya ofrecían un sistema de apoyo a las familias y firmamos convencios de colaboración con los municipios donde prestamos servicio para, a través de sus servicios sociales, que ya tienen identificadas a las familias en esta situación, poder vehicular las ayudas.” En 2015 el Fondo se sometió a una auditoría para saber si se estaba haciendo un acompañamiento efectivo a estas familias y si verdaderamente eran las que más lo necesitaban. “Una de las conclusiones –comenta Núria Latorre– es que realmente es una ayuda efectiva, que da solución a un problema. Además, el sistema de concesión de las ayudas es ágil y está muy bien valorado, tanto por los usuarios como por los trabajadores sociales que las otorgan. Creo que el cambio de paradigma que ha significado el Fondo ha sido fundamental: no esperamos que nos vengan a pedir, sino que somos nosotros quienes vamos a buscarlos. No es solo tener la ayuda, sino que esta ayuda llegue. Por eso, ante la situación de contexto que se da y de una crisis económica que se manifiesta de una manera tan contundente, el  Fondo de Solidaridad continuará mientras haga falta.”