Un impacto que supera el factor económico, ya importante de por sí, y que tiene amplias repercusiones sociales. Una influencia que ahora puede evaluarse y que se recoge en el informe sobre el valor social integrado (VSI) de la compañía, elaborado por la consultora Valora.
La generación de este valor social es lo que reclama una sociedad cada vez más comprometida y más crítica con aquellas empresas que prestan servicios generales básicos, como es el caso de Aigües de Barcelona, y que a veces ponen el acento tan solo en su rendimiento económico sin tener en cuenta el beneficio social común que puede desprenderse de una actividad vinculada con la creación de riqueza social y económica. Por ejemplo, el informe establece que, en 2018, la compañía generó un impacto económico equivalente al 0,44% del producto interior bruto (PIB) del área metropolitana de Barcelona, y un 0,25% del PIB en el caso de Cataluña.
Eso se tradujo en un impacto total de 773 millones de euros, de los que 582 millones se generaron en Cataluña, y de estos, 520 millones en el área metropolitana. Además, la actividad de Aigües de Barcelona ha tenido una gran repercusión en el entorno más cercano gracias a su apuesta por una contratación local y responsable. Esta decisión estratégica se refleja en datos como que el 99,7% de los proveedores son estatales y un 70,3% pertenece al área metropolitana de Barcelona, y que se ha generado el equivalente a un total de 6.858 puestos de trabajo, 4.541 de los cuales también en el área metropolitana.
Factor diferencial
Ahora bien, el compromiso social de Aigües de Barcelona va más allá. El estudio también refleja que el 25,2% de los resultados antes de impuestos se reinvierte en la comunidad. No se trata solo de garantizar que las infraestructuras y los servicios se mantienen en los parámetros de exigencia, sino de emprender acciones con efectos concretos, muchas veces con los grupos de relación con los que la empresa hace años que colabora, como el proyecto A Porta, en el que se trabajó con la Confederació d’Associacions Veïnals de Catalunya.
La situación de crisis económica que se empezó a producir alrededor de 2010 hizo que este compromiso tuviera que comenzar a organizarse de una forma más estructurada. Por eso, en 2012 se creó el Fondo de Solidaridad, con dos líneas de actuación: que las familias tengan garantizado el suministro de agua independientemente de su situación económica y ayudar a abonar el importe de la factura a las familias en situación de vulnerabilidad más extrema. En este sentido, se han firmado convenios con 22 de los 23 municipios donde opera Aigües de Barcelona y se ha condonado la deuda acumulada en recibos atrasados a todas las personas en situación de vulnerabilidad. Ya son 18.825 las familias con la deuda condonada y más de 34.000 las que se benefician de este Fondo de Solidaridad, 16.000 en la ciudad de Barcelona.
Debido a la prolongación en el tiempo de los efectos de la crisis económica, la inversión anual del Fondo de Solidaridad ha ido creciendo. Desde 2012 hasta ahora, se han destinado casi 15 millones de euros. Estas iniciativas se suman a la línea de ayudas abierta por Aigües de Barcelona desde hace años: una tarifa social (para colectivos específicos), que supone una reducción del 25% del servicio del agua sobre la tarifa doméstica y que ha beneficiado a 14.317 familias. También hay bonificaciones para los hogares con más de tres personas, que permiten descuentos de 56 euros anuales de media por hogar y que han beneficiado a más de 156.500 familias, y una política de aplazamientos y flexibilidad en los pagos, a la que se han acogido 5.134 familias.
Uno de los factores que más ha preocupado a Aigües de Barcelona desde el principio es que pudieran vehicularse las ayudas de forma efectiva y que llegasen a las familias que realmente lo necesitan. Una de las ventajas que presenta el servicio que ofrece el Fondo de Solidaridad es que la gestión es muy fácil para los usuarios y esta ha sido la forma de crecer de manera exponencial. En la práctica, se ha convertido en un trámite neutro para el usuario porque las ayudas llegan a través de los servicios sociales de cada ayuntamiento, siempre con la misión y el objetivo de que estas ayudas sean verdaderamente efectivas y estén al alcance de todo aquel que las necesite.
