al índicevolver Cuando Cada tarde se Calza las botas, su mente se despeja, se olvida del Campo y de sus eternas jornadas de trabajo para disfrutar sentir que no te valoran como futbolista”, pero al final se acaba imponiendo el amor por el deporte. Reconoce que en algún momento se le ha pasado por la cabeza colgar las botas porque su trabajo diario le exige mucho a todos los niveles, pero su amor por el fútbol sigue vigente, igual que el primer día. “Me encuentro bien, disfruto y por el momento lo veo como algo lejano”, enfa- tiza para acabar el ejemplar trabajador del campo… y del balón. 47