¿QUIéN dIjo RENdIRsE? parte de un ascenso como el de este verano. Sin embargo, me sigo sintiendo unido a ese club de una forma especial. Supongo que nos pasa a todos algo similar y ocurrirá mien- tras vivamos. Cada lunes, sin excepción, repaso los resultados de to- das las categorías y la vista siempre sigue un orden, marca- do por todos los equipos en los que jugué. La mayoría sigue donde los dejé; un par de ellos, históricos, han desapareci- do ahogados en la crisis y alguno está perdido en el fútbol regional o, en el caso del Majadahonda, rozando la elite. En unos fui muy feliz, en alguno tuve una mala experiencia por diversos motivos. Creo que en todos tendrán un recuerdo parecido de mí. Simplemente un centrocampista que lo daba todo en cada partido. Unas veces con más acierto que otras. En junio, también lograron ascender otros dos clubes más de aquellos en los que jugué. Pequeñas alegrías en la distancia, cargadas de nostalgia, que nos hacen rememorar experiencias vividas. En el Majadahonda quedan de mi época el presidente y algún directivo, el segundo entrena- dor, el delegado, el utillero y poco más. Parecido en el resto de entidades, aunque en alguna no sería capaz e reconocer ya a nadie. Un puñado de aficionados me recordarán de corto. Tampoco muchos, supongo. Pero, aunque pasen 50 años, seguiremos unidos a aquellos equipos en los que militamos. Ponerse una camiseta un domingo y saltar a un campo a defenderla te marca para siempre.