REHABILITACIÓN / CaixaForum Valencia el icono inacabado al hilo de los tiempos Este nuevo centro cuenta con las máximas calificaciones en cuanto a eficiencia energética. Además, se ha extremado la vigilancia medioambiental durante su construcción y la elección de centro. Por un lado, el Arc al Cel, de Inma Femenía, es una propuesta artística diseñada ad hoc para CaixaForum Va-lencia que se integra y dialoga con el ecosistema natural y orgánico creado por Ruiz-Geli. Una escultura tan in-material como fascinante y memorable que reproduce el fenómeno óptico del arcoíris. La obra representa la combinación de arte, naturaleza, ciencia y arquitectura que la artista ha interpretado como la esencia de Caixa-Forum Valencia. En el exterior, la protagonista es la instalación Pala-fit, de Anna Talens. La artista propone una escultura que tiene como referente la arquitectura agraria propia de los ecosistemas acuáticos de la Comunidad Valenciana. Se trata de un palafito dorado de sección triangular, pen-sado para recordar el modo de vida de los agricultores de la Albufera, cuya arquitectura se remonta a tiempos prehistóricos. Conciencia medioambiental. La sostenibilidad es uno de los rasgos distintivos de este CaixaForum, en conso-nancia con el sentir y las necesidades de nuestro tiempo. El nuevo centro cuenta con las máximas calificaciones en cuanto a eficiencia energética y su edificación ha sido medioambientalmente cuidadosa a lo largo de todo el proceso constructivo y en la selección de los materiales. Enric Ruiz-Geli ha descrito el proyecto arquitectónico como “radicalmente sostenible”. Lo demuestra la elección de los materiales, la climatización pionera de las salas de exposiciones y la cubierta ajardinada del restaurante, por citar solo algunos ejemplos. La conciencia medioambiental también impregna las obras permanentes de este centro, como es el caso del Arc al Cel, que invita a una reflexión sobre la ecología, y el Palafit, que nos recuerda el valor del agua y de los ecosis-temas acuáticos. • El icono inacabado El Ágora, esa gran plaza cubierta diseñada por Santiago Calatrava, representaba la culminación de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, todo un macrocomplejo que recuperaba el antiguo cauce del Turia para la ciudad. Con una altura de 80 metros y una superficie elíptica de 5.000 metros cuadrados, su forma es la imagen de dos manos entrelazadas debido a las alas de su parte superior (que semejan los dedos de la mano) que permiten filtrar la cantidad de luz que entra en su interior. Según recoge la memoria de Raúl Rodríguez Fajardo sobre el edificio Ágora, y disponible en la página web de la Asociación Española de Ingeniería Estructura (ACHE), la estructura fija tiene, por una parte, una función de soporte del cerramiento y, por otra parte, sirve como apoyo de la cubierta móvil. Está formada por 49 pórticos triarticulados (apoyados en dos rótulas en cimentación y una tercera rótula en la cúspide) con una separación de 2 m entre ellos, arriostrados longitudinalmente por tres arcos a cada lado, lo que confiere una gran rigidez al conjunto. El pórtico mayor se sitúa en el eje central, salva una luz de 65 m y tiene una altura de 68 m, mientras que los pórticos extremos de luz 10 m alcanzan una altura de 14 m. La sección transversal de los mismos es en cajón, de 324 mm de ancho y canto variable, rematados por semitubos en todos sus bordes vistos interiores al edificio. Pese a que cada semipórtico es rígido, su geometría está claramente definida por tres triángulos, lo que optimiza el comportamiento estructural del mismo gracias a la adecuada canalización de los esfuerzos axiles. Dentro de esta triangulación se debe destacar la pieza metálica de gran esbeltez (longitud de 42 m en el eje central) y sección transversal circular de diámetro variable (entre 750 y 324 mm), que se denomina tornapunta, y que, quedando exterior al cerramiento del edificio, marca en gran medida la estética exterior del Ágora. En cuanto al revestimiento de la cubierta, se realiza mediante paneles de vidrio laminado con tratamiento de protección solar en la parte superior y en la zona inferior, mediante cerramiento opaco formado por trencadís exterior recibido con mortero sobre chapa de acero, aislamiento térmico y revestimiento interior de paneles sándwich de acero perforado para mejorar las propiedades acústicas del recinto. En la parte superior de la cubierta se dispone una cubierta móvil de lamas, que a modo de alas se abren y cierran, lo que permite regular la protección solar como un brise-soleil.