Más información en: www.areabs.com ABS / pROFESIÓN remos conseguir un gran ahorro de tiempo y precisión en nuestro trabajo, tanto en la toma de datos inicial, como el posterior seguimiento de la obra. Al contrario de lo que se pensaba, estas tecnologías se han democratizado, siendo accesibles a cualquier bolsillo: se puede alquilar un equipo de última generación, incluido el software, por el tiempo necesario para la realización del trabajo sin necesidad de adquirirlo y que se haya quedado “antiguo” antes de amortizar la inversión. El poder visitar durante la toma de datos para la ela-boración de nuestras ofertas de servicios y generar la nube de puntos en ese momento, permite disponer de una información real que evitará nuevos desplazamientos, ajustará en gran medida el presupuesto que presente-mos y será, en según qué intervenciones, una magnífica herramienta para documentar nuestras intervenciones, trabajos y directrices, configurando un archivo gráfico de la obra, accesible y sencillo, que respaldará nuestras intervenciones de forma positiva. 3. Drones. Este campo es muy parecido al mundo BIM. Debemos conocerlo y saber hasta dónde podemos hacer uso del él y, sobre todo, saber qué podemos pedir a esta tecnología, pero tenemos que ir con mucho cuidado en este ámbito. Un dron no es un juguete; por eso, es pre-ceptivo seguir los protocolos y las pautas de trabajo ne-cesarios, al tratarse de un uso profesional. En concreto, hay que generar la documentación previa acerca del vuelo para cumplir con las normas de la AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea). La mejor opción, dado el alto ni-vel de especialización que se requiere para hacer las co-sas bien, es contratar los servicios de una operadora de drones, que nos ahorrará posibles disgustos legales. En cualquier caso, es necesario conocer los aspectos básicos para definir bien los servicios que necesitamos (alcance, resolución, entregables, etc.). Con el uso de drones pode-mos hacer desde inspecciones de cubiertas inaccesibles, hasta levantamiento de nubes de puntos, tanto en interio-res como en exteriores, sin exponer a ningún trabajador a riesgos laborales significativos. 4. Metodologías de trabajo Lean y Agile. El sector de la construcción no puede ser ajeno a estas dos metodolo-gías de trabajo que están empezando a implantarse, por lo que debemos anticiparnos y empezar a conocerlas y aplicarlas en nuestro entorno, superando las reticencias y recelos habituales de nuestro ecosistema laboral a aco-meter cambios. Como en cualquier otro ámbito competencial, siem-pre es recomendable adquirir conocimiento previo en la materia, mediante la realización de algún curso. Si estas metodologías se aplican en la industria aeronáutica, o en el sector automovilístico, por qué no hacerlo en la Indus-tria de la Construcción. 5. Entornos 360. Nubes de información. Common Data Enviroment. Cada vez es más habitual trabajar sobre plataformas colaborativas dentro de las empre-sas. Mediante herramientas informáticas, todos los in-tegrantes de una organización tienen acceso, en tiempo real, a la información que necesitan para el desempeño de sus funciones, y abastecer a otros de la que necesiten, siempre de forma ordenada, segura, inmediata y perfec-tamente trazada. La implantación de este tipo de herramientas garantiza el seguimiento y acceso a la documentación, minorando los fallos por falta de información o acceso a datos des-actualizados. 6. Construcción industrializada. La Industria de la Cons-trucción está obligada a posicionarse como pilar esencial de la actividad económica del país y reclamar un papel protagonista como vector del desarrollo social sostenible. De forma tradicional, la gestión de la edificación se ha visto sometida a las fuertes inercias que han generado modelos productivos obsoletos, pero que originaban mul-titud de situaciones simbióticas y de intereses cruzados, gestionados a través de procesos hiperinflaccionados y tremendamente optimizables. El sector promotor privado, los estudios de arquitec-tura e ingeniería, las empresas constructoras, los indus-triales especializados y, por añadidura, la administración, han generado una malla procedimental densísima, con multitud de puntos de mejora en el ámbito administrativo, gestión económica y de ejecución de las obras, cuyas con-secuencias ha sufrido el ciudadano que ha adquirido una vivienda más cara, entregada más tarde y con una ratio de fallos más elevado que el razonable. A este escenario de gestión de la edificación, claramente optimizable, se ha incorporado como catalizador del cambio productivo en la construcción la situación actual motivada por la pan-demia. La democratización de las nuevas tecnologías provoca que este sea el momento de aplicar de forma masiva la industrialización de los procesos de diseño, ejecución y gestión del mantenimiento de la edificación. Además, la producción industrializada de la edificación requiere de la aplicación de todas las tecnologías y áreas de conoci-miento relacionadas anteriormente. Ahora es el momento de dar un giro y empezar a aplicar las nuevas tecnologías a los sistemas constructivos y todo ello, a ser posible, den-tro de un centro de producción estable, una fábrica donde controlar de una forma más eficiente todo lo relacionado con la construcción de un edificio, vivienda o una infraes-tructura. Para incorporarse a este ámbito, es fundamental estar debidamente formado en los sistemas constructivos basados en procesos industrializados. Nuevos roles para los técnicos aparecen en aspectos como la supervisión en fase de fabricación y/o en fase de montaje. Desde Área Building School, estamos a vuestra disposi-ción para ayudaros y asesoraros en aquello que os genere inquietud o haya despertado vuestro interés en estas u otras áreas de innovación aplicada a la construcción. •