MUSAAT / pROFESIÓN Los aceros utilizados para la elaboración de armaduras pasivas son una clase de acero diseñado especialmente para construir elementos estructurales de hormigón ar-mado. Las barras de acero corrugado presentan resaltos o corrugas, que mejoran la adherencia con el hormigón y poseen una gran ductilidad. Se entiende por “armaduras pasivas” el resultado de montar, en el correspondiente molde o encofrado, el conjunto de armaduras normalizadas, armaduras elabo-radas o ferrallas armadas que, convenientemente sola-padas y con los recubrimientos adecuados, tienen una función estructural (Art. 33 de la EHE-08). Se fabrica a partir de chatarra o mineral de hierro y carbono. En esta aleación, el carbono no supera el 2,1% en peso de la composición, alcanzando normalmente porcentajes entre el 0,2% y el 0,3%. Entre sus propiedades más destacadas se encuen-tran: - Resistencia: su elevada resistencia, principalmente a tracción (límite elástico fy = 200 a 600 Mpa). - Elasticidad: grandes deformaciones en estado plás-tico: 210.000 N/mm2. - Ductilidad: capacidad de soportar grandes defor-maciones plásticas, sin llegar a la rotura, una vez supe-rado su límite elástico, mejorando la seguridad frente al colapso en situaciones difíciles de cuantificar o de carác-ter extraordinario, como las sísmicas. - Tenacidad: al poseer resistencia y ductilidad, les permite poder absorber grandes cantidades de energía. - Densidad: es elevada (acero = 7.850 kg/m3). Los productos de acero que pueden emplearse para la elaboración de armaduras pasivas son de sección cir-cular, normalizadas y fabricadas en forma de: - Barras rectas o rollos de acero corrugado soldable. - Alambres de acero corrugado o grafilado soldable. - Alambre liso de acero soldable: solo pueden utili-zarse como elemento de conexión de armaduras básicas electrosoldadas en celosía.