cultura / Paisaje de la Luz Paisaje de la Luz, en Madrid Bajarse en la estación de Atocha, visitar el cer-cano Museo Reina Sofía, el Prado o el Thys-sen, ir al Jardín Botánico, pasar la tarde a la orilla del estanque del Parque del Retiro y contemplar la Puerta de Alcalá... Madrid está lleno de joyas que pasan desapercibidas para el que las contempla a diario; sin embargo, el que las ve por primera vez queda maravillado ante su historia y es-plendor. Este espacio urbano del corazón de la capital española ha sido punto de encuentro entre los madrileños desde el siglo XVI, y algunos intelectuales lo han descrito como “el paseo más bonito del mundo”. Ahora, el eje Pra-do-Retiro –o Paisaje de la Luz– ostenta la primera decla-ración de Patrimonio Mundial de la Unesco de la capital por su valor universal excepcional. En esta candidatura, iniciada en 2014, han participado expertos en movilidad, urbanismo, arquitectura o medioambiente, además de historiadores, arqueólogos y universidades. El Paisaje de la Luz se ha unido a los bienes ya decla-rados Patrimonio de la Humanidad en la Comunidad de Madrid: el Monasterio de El Escorial, el casco histórico de Alcalá de Henares, el paisaje cultural de Aranjuez o el Hayedo de Montejo. No obstante, la candidatura capi-talina tiene una particularidad: lo que se reconoce como UNIÓN DE ESTILOS En el eje formado por el Paisaje de la Luz conviven el neoclasicismo del Museo del Prado (izquierda) y del Monumento a Alfonso XII (abajo) con la arquitectura del hierro del Palacio de Cristal del Retiro (en grande).