internacional / Museo Munch Munch, uno de los precursores del expre-sionismo y “diseccionador de almas”, como le gustaba definirse, tiene su es-pacio propio en Oslo, la ciudad a la que legó unas 1.100 pinturas, 15.400 gra-bados, 4.500 acuarelas, 2.240 libros, seis esculturas, ade-más de innumerables fotografías, documentos, blocs de notas, instrumentos de trabajo y obras pictóricas de otros autores. En un primer momento, todas estas pertenencías estuvieron albergadas en el museo de Tøyen, en el barrio de Gamle Oslo, que abrió sus puertas en 1963, con mo-tivo de la celebración del centenario del nacimiento del artista. En 1994, coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte de Munch, se llevó a cabo la ampliación de este museo. Pero la seguridad de este espacio no era la mejor pues en 2004 se produjo el robo de El grito, la obra más conocida del pintor, lo que obligó a acometer una impor-tante reforma al año siguiente. No contentos con el re-sultado, en 2008 se convocó un concurso para construir un nuevo museo en la zona de Bjørvika, una nueva área urbana en la que se ubican edificios tan significativos para la ciudadanía como el de la Ópera (ganador del Premio Mies van der Rohe en 2009) y la gran biblioteca Deich-man, abierta al público en el verano de 2020. En 2009, junto al fiordo Este nuevo museo hace que el fiordo recupere el papel que tuvo en la época vikinga y se convierta nuevamente en el centro de la ciudad. Nuevo Museo Munch, en Oslo ubicación