12.30 horasCon la cabeza bien alta (y ataviada) 10.00 horasDos símbolos de la libertad 13.30 horasDe puesto en puesto en el mercado 11.00 horasUn callejón para el recuerdo Las hermanas Maruxa y Coralia Fandiño recibían el apodo de Las Dos en Punto, la hora a la que, cada día, salían a deambular Fundación Torrente Ballester, consagrada al legado del escritor. Cajas rojas, compradas a un distribuidor inglés forran la sombrerería Iglesias, tienda fundada en 1912. 10.00 horas Dos símbolos de la libertad No todo el mundo conoce la historia que encierra la escul-tura de Las Dos Marías del parque de la Alameda, pero esta creación del escultor vasco César Lombera es, desde 1994, uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. Cada cierto tiempo, esta realista obra cambia de color, como homenaje a los personajes que representan: las hermanas Fandiño. Las inseparables Maruxa y Coralia fueron mujeres reales, vestidas y maquilladas de manera llamativa, que die-ron rebeldía a las calles de Santiago entre los años cuarenta y ochenta. Su huella excéntrica y su leyenda sigue presente en la ciudad, como en el atelier Coralia, donde su propieta-ria Rosa Senra confecciona, además de prendas, muñecas que representan a estos símbolos de la libertad y el desaire ante la represión franquista: “Hago a mano los recortes y nunca repito el diseño”, cuenta la artesana. Atelier Coralia. Rúa das Orfas, 19. 11.00 horas Un callejón para el recuerdo Las Dos en Punto fue otro de los apodos recurrentes que tuvieron las hermanas, debido a que salían a esa hora, cada día, a deambular por las calles de Santiago. Es fácil imaginarlas atravesando el estrecho callejón Entrerúas de camino a la plaza de la Universidad, en donde –se comenta– paraban a flirtear descaradamente con los estu-diantes. Hoy, el edificio del siglo XVIII que preside esta encrucijada universitaria alberga la Facultad de Geografía e Historia, que destaca por su paraninfo (con frescos de Fenollera y González), su rectorado (con una sille-ría del siglo XVII) y las bibliotecas. Para saber más sobre el ambiente universitario decimonónico, es recomenda-ble visitar La Casa de la Troya, un museo romántico que recrea la antigua pensión estudiantil inmortalizada por Alejandro Pérez Lugín en su novela homónima. Museo Casa de la Troya. Rúa da Troia, 5. 12.30 horas Con la cabeza bien alta (y ataviada) Las locuras que –dicen– exhibían las Marías, según el documental Coralia e Maruxa, as irmás Fandiño, de Xosé Rivadulla Corcón, escondían un drama personal: haber sido represaliadas durante la Guerra Civil. El casco histó-rico de Compostela fue su frontera, de la rúa do Franco a la del Vilar, donde aún se conservan negocios tradicionales que también visitaron las hermanas, como la sombrerería Iglesias, abierta en 1912. “Fue mi abuelo Celestino Iglesias quien la fundó. Por aquel entonces, fabricaba él los som-breros porque antes teníamos un taller”, comenta Andrés Fernández Iglesias, propietario de esta tienda cuyas estante-rías están forradas por centenares de cajas rojas compradas hace un cuarto de siglo a un distribuidor inglés. Sombrerería Iglesias. Rúa do Vilar, 34. 13.30 horas De puesto en puesto en el mercado Poco o nada ha cambiado el Mercado de Abastos desde que Las Marías confrontaron “la oscuridad de la barbarie con su luz y color”, tal y como proclamó el Ayuntamiento de Santiago de Compostela en el Día de Galicia de 2018. Persiste su arquitectura ecléctica (ocho naves realizadas en sillería de granito, con cubiertas de bóvedas de cañón y ventanales de medio punto), proyectada por el arquitec-to Joaquín Vaquero Palacios en 1941 para dar cobijo a los diversos puestos de alimentación. También el mismo pro-ducto fresco de cercanía: pescado y marisco recién captura-do, panes y empanadas de tahonas o quesos con denomina-ción de origen. Mercado de Abastos. Rúa das Ameas, s/n.