REHABILITACIÓN / Edificio ‘La Loza’ una, y un peso de 8 kg/m2. Anteriormente, se realizó formación de pendiente con hormigón aligerado con es-pumantes y capa final de mortero. La impermeabilización debía ser cubierta con capa de hormigón de, al menos, 6 cm a modo de lastre. A ambos lados de las juntas de dilatación del edificio se empleó malla galvanizada para impedir que el tránsito de vehículos durante la vida del edificio debilitara esta zona. En la cubierta se respetaron las juntas existentes (dos juntas de dilatación transversales y una longitudinal) y se crearon nuevas (encuentros con paramentos verticales, juntas en formaciones de pendiente, lastre y pavimento). Para su sellado se escogió una masilla de poliuretano de alta adherencia al soporte y resistencia a productos químicos. Cierre de huecos. Cuando se acometieron los trabajos de cierre de huecos de fachada, la estructura ya estaba saneada y disponía de protección anticarbonatación. Es-tos trabajos coincidieron con la ejecución de pavimentos continuos de planta taller y exposición, que necesitaban el cierre físico del edificio para controlar la limpieza y los tiempos de secado. La parte inferior de la carpintería se colocaba desde el interior y la parte superior, desde fuera del edificio. Los vidrios se anclaban a la carpintería de cuadradi-llo de aluminio soldado mediante silicona estructural. Previamente, el fabricante de la silicona emite un cer-tificado de compatibilidad y de adherencia. Desde el comienzo se descartó realizar estos trabajos en la obra, por las recomendaciones del fabricante sobre limpieza, tiempos de fraguado y puesta en uso. En el taller debían garantizarse las condiciones del acopio y mantener la trazabilidad de los lotes del adhesivo. La carpintería de fachada y los frentes de policar-bonato que compartimentan sutilmente el interior disponían de elementos de sujeción a tracción, con-trolados con casquillos de apriete. Además, el detalle constructivo de la estructura de aluminio que soporta