rehabilitación / Tejados y cubiertas A nadie se le escapa la gran relevancia de preservar sus estructuras y materiales para que estos históricos testigos del tiempo se mantengan inalterables. La restauración de edificios históricos o patrimoniales suele ser particularmente compleja. Quizás el mejor ejemplo de ello es el terrible in-cendio de la catedral de Notre Dame de París. Las llamas, iniciadas precisamente durante la rehabilitación de este edi-ficio histórico, dan muestra de la dificultad de este tipo de intervenciones. Estos proyectos son aún más complejos si tenemos en cuenta que, al margen del deterioro producido por el paso de los años, el desgaste de los materiales o incluso rehabili-taciones erróneas, las edificaciones históricas presentan un desafío particular en materia de sostenibilidad. No hablamos de un trabajo pequeño, sino ingente. En la vieja Europa, los edificios de carácter histórico representan algo más de un 30% del parque edificado y, lo que es más preocupante, son responsables de más de un tercio del consumo energético del stock residencial. La eficiencia energética es, por tanto, un motivo más que tejas esmaltadas. El esmalte proporciona brillo y color a las tejas, pudiendo formar coloristas cubiertas como la del Mercado de Sant Antoni, de Barcelona. Abajo, el tejado del Alcázar de Toledo.