cemos un viaje a una de las primeras escuelas públicas de pilotos civiles en el mundo. Para ello es necesario abrir un enorme paréntesis que nos lleva hasta 1913, año en el que Luis Montesinos Espartero, Marqués de Morella, fundara en Getafe la Escuela Nacional de Aeronáutica, E.N.A, en unos terrenos conocidos como la Dehesa de Santa Qui- tería. El Ministerio de Fomento decidió aportar su granito de arena a aquel proyecto pionero, y de él partieron los fondos para la compra de cuatro aviones “Deperdussin” con los que debía iniciar la E.N.A. su andadura. 1914 fue un año de grandes penurias para la escuela. A pesar de que los alumnos recibían sus de la guerra la abrumadora superioridad alema- Lilhiental primer clases con gran profesionalidad, los pequeños ac- na, y dejar una magnifica lección para la historia hombre en mostrar al cidentes y la falta de fondos hacían peligrar su via- de la formación de pilotos. mundo el arte de volar bilidad. Bajo la dirección de Julio Adaro, terminó En una desesperada misiva a sus superiores, el año sobreviviendo a duras penas, gracias a los enviada durante la sangrienta batalla del Somme, pequeños eventos en que participaba. Cuando Barry expresaba así su frustración por la escasez los peores nubarrones se cernían sobre la nueva de medios y tiempo con que contaba para formar escuela, un golpe de suerte inesperado la haría un piloto de guerra: renacer de sus cenizas. En abril de 1915, el capitán de ingenieros Alfredo Kindelán Dunay es nom- “They´ve only seven hours flyng Sir- and it´s a brado nuevo director de la ENA. La capacidad or- bloody murder” ganizativa de Kindelán y sus contactos con el Rey Major Robert Smith-Barry to general Hugh y el Gobierno fueron la salvación de la escuela. Trenchard El 19 de noviembre de 1915 fue un día memo- (Somme,France, 1916) rable para la aeronáutica civil: el rey de España Alfonso XIII visitó la primera escuela de pilotos Barry demostró, durante los dos últimos años civiles de España en una jornada que quedaría de la primera guerra mundial, que más útil que grabada en los anales de nuestra aviación. la simple vocación o el valor para ir a una muerte Por desgracia todos los esfuerzos realizados se- casi segura, es la selección rigurosa, la formación rían inútiles al producirse un accidente en el que metódica, el conocimiento del medio aéreo, y las falleció el Marqués de Valdecerrato y Castrillo, Lo- técnicas de vuelo. En suma, la profesionalidad renzo Fernández de Villavicencio. La alta estirpe como elemento insustituible para culminar con Los aviones modernos de este aviador hizo que la noticia se difundiera éxito cualquier operación aérea. La historia del requieren pilotos bien formados con de inmediato recibiendo la escuela críticas de Mayor Barry y el estudio de sus novedosos méto- capacidad de decidir todo tipo, achacándose el accidente a la vejez y malas condiciones de los aviones y motores. Kin- delán es destinado el 18 de enero de 1917 al Es- tado Mayor central por lo que la escuela quedó huérfana de su principal valedor, desapareciendo al poco tiempo. Vocación, talento, selección, formación En los mismos años en los que la primera ENA languidecía hasta su desaparición, sobre los cie- los de Europa se libraba una batalla desigual entre la eficaz y organizada fuerza aérea alemana del Barón Rojo y los pilotos aliados, en este caso in- gleses. La proverbial intervención del Mayor de la entonces incipiente escuela de pilotos de la R.A.F. Douglas Barry, sirvió para ir compensando al final Octubre 2019 • 39 EN PORTADA